Cada 18 de marzo, víspera de San José, las lumbres de las calles Ancha, Abad Palomino y Los Sauces, reciben la visita de las bandas y agrupaciones musicales que procesionan en Alcalá la Real durante su Semana Santa. Una tradición popular en la que hemos querido profundizar, de la mano del investigador alcalaíno Paco Martín.
Dar noticias hoy es tan fácil como apretar un botón. Pero siglos atrás, cuando ni los ordenadores el teléfono o la televisión existían, el fuego cumplía la misión de informar al pueblo de acontecimientos importantes. En Alcalá, solían prenderse tres lumbres en La Mota para anunciar alguna eféride o hecho digno de festejar. Esa proclama siempre se hacía en vísperas, tal como hacemos ahora por San José, con la tradicional noche de lumbres y tambores.
Esa tradición continúa en víspera de San José. Todas las bandas salen a la calle pasando por las populares lumbres de la calle Ancha o la calle Abad Palomino, además de otras de origen más reciente, como la de Los Sauces. Pero antes, todas se acercan a Consolación, donde presentan alguna de las marchas que días después, durante la Semana Santa, resonarán tras el paso de su cofradía.
Hasta Consolación llegan los tambores y trompetas de las distintas bandas y agrupaciones musicales alcalaínas. Sus sones avisan Semana Santa, pero la víspera de San José, se presta también a otros ritmos que a veces paran para compartir un rato con los vecinos de los barrios que se suelen visitar esa noche.
Huele ya a Semana Santa. Las bandas, son esta noche, esos caballeros de antaño. Esas tres luminarias que siglos atrás prendían en La Mota, hoy crepitan entre los barrios de Los Sauces, la calle Abad Palomino y la calle Ancha. Una historia que se sigue contando en vísperas de San José.